
El comodoro de la armada australiana, Peter Leavy, dijo a los periodistas que "no ha sido localizado resto alguno asociado con el vuelo".
Ocho barcos se encontraban en el lugar, entre ellos el australiano de abastecimiento Success, que almacenará cualquier resto del avión encontrado.
Leavy dijo que la operación en la nueva zona de búsqueda es complicada porque se encuentra en una línea de navegación en la que es común la basura flotante.
Los buscadores se vieron dificultados por la lluvia y baja nubosidad, pero aún tenían posibilidades de encontrar restos del avión, gracias a una visibilidad de unos 10 kilómetros (seis millas).
Un avión necesita unas dos horas y media para llegar al área, lo que le permite apenas cinco horas de búsqueda antes que deba volver a la base.
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